+34 968 314 908 amas@amasapoyosocial.org

No quisiera basar mi experiencia en hechos, ni experiencias circunstanciales producidas por el consumo de drogas. Era un niño nervioso. Con una gran impulsividad. Dicen que incluso con posible TDAH. Debido a mi falta de consciencia, no entendía las reacciones que mis actos causaban en los demás. Pensaba que mi manera de hacer las cosas y de comportarme era la normal. Pero el efecto que esto tenía en mi entorno, revocaba en mí de una manera desproporcionada. Esto hizo de alguna manera que me convirtiera en una persona introvertida y tener una futura barrera en mi manera de relacionarme. No hay culpables ni verdugos, simplemente intento explicar esa distancia que primero el alcohol y luego otras drogas, consiguieron eliminar de mi vida, era la medicina que calmaba todos mis miedos y hacía desaparecer mi malestar emocional. Está claro que seguía sin ser consciente de “la realidad”.

Hoy en día tengo 42 años y llevo más de 10 en procesos de rehabilitación por mi adicción. He pasado con ”éxito” procesos en comunidades terapéuticas. En ellas me han dotado de herramientas para poder vivir mi vida de una manera normal. Pero cuanta era mi decepción cuando después de reincorporarme a mi vida y conseguir mantener la abstinencia, volvía esa distancia, que ya llevaba arraigada en mi personalidad. Esa falta de auto estima, esa inseguridad que me hacía pensar una y otra vez de manera existencial. ¿Cómo iba a poder seguir viviendo con esa falta de comprensión que yo mismo había creado hacia mi vida social? He tenido que romper una y otra vez con mis amigos, que por desgracia, son consumidores. He tenido que dejar trabajos, que directa o indirectamente me acercaban a situaciones de riesgo. No estaba preparado para retomar mi vida.

Agradezco todas las intervenciones que he tenido en esos procesos, pero estos no son suficientes para mí, para poder retomar mi vida de una manera normal. De verdad que me he sentido como un monstruo, recayendo una y otra vez y no sólo destrozando mi vida, sino también la de las personas que más quiero y más me quieren.

Papel de AMAS

La asociación AMAS nace de personas que nos hemos visto de una manera u otra en esta situación. El sentido de esta, no es otro sino continuar estos procesos. Nos dotan de herramientas de una manera teórica, como antes he mencionado y poderlas poner en práctica en un entorno seguro. Puediendo recuperar así, de una manera progresiva, no sólo a nuestra normalización social, también nuestro crecimiento personal. Este se vio afectado al utilizar las sustancias en la adolescencia, incidiendo estas en nuestros principios y en nuestra personalidad.

Poder crecer en un lugar donde poder sentirte identificado, perteneciendo a una red social en la que comienzas como usuario y día a día vas encontrando tu sitio, gracias a las pautas que aquí nos van marcando. Y al conseguir el mantenimiento de la abstinencia, te vas convirtiendo en referente para otros usuarios que “comienzan” esa continuación del proceso, acompañándolos y sirviéndoles como referente con el ejemplo, lo que refuerza aun más tu crecimiento personal. Aquí he encontrado mi espacio, mi manera de crecer, de romper esa barrera y después de un año, siento que mi vida vuelve a tener sentido. Ya no pienso en el mañana ni en el ayer, ahora vivo mi vida, dando importancia a las cosas que hago en mí día a día, retomándola con tranquilidad, sintiéndome así, libre y útil.

Por todo esto, la asociación AMAS está siendo una herramienta fundamental para mi recuperación, de una manera integral y entiendo que sí lo es para mí, puedo afirmar que también lo será para otras personas que sufran esta enfermedad y se puedan sentir identificados con lo que aquí cuento, pues aquí me he dado cuenta de algo, de que ¡NO ERA TAN DIFERENTE A LOS DEMÁS!